Líder de audiencia en las mañanas de Radio 10, Oscar "el Negro" González Oro es el entrevistado de la semana. Polémico, verborrágico e irónico el conductor de El Oro y el Moro apunta su filosa lengua contra Marcelo Tinelli, el Bicentenario, Mauricio Macri y la postura de la Iglesia frente al debate por la igualdad de derechos, entre otros temas.
- ¿Qué significa la radio en su vida? - “La radio es el medio de comunicación más moderno que existe. A pesar de que surgen nuevas tecnologías, la radio es irremplazable: se puede escuchar por Iphone, Blackberry y también por Internet. Es irremplazable, es mi casa, es el lugar donde más cómodo me siento”.
¿Puede decirse que González Oro es el Marcelo Tinelli de la radiofonía nacional?
- ¿Cuál es su opinión frente a las movilizaciones en contra de la ley de Matrimonios entre personas del mismo sexo? - “A mí me parece que todo el mundo tiene derecho a opinar. El debate tiene que ser en el Congreso, ahora se empieza a debatir en el Senado, lo invitaron a “Pepito” Cibrián como primer orador y está muy bien que lo haga porque tiene una opinión muy definida. Seguro invitarán a otra persona que opina en contra de este tema, pero no por eso hay que agarrarse a trompadas, ni sacarse los pelos, ni cosas por el estilo”.
El Bicentenario, la reapertura del Teatro Colón, Cristina Fernández y Mauricio Macri
La realidad de Argentina
- ¿Cuál es su pronóstico para el 2011? - “No tengo idea, lo que sí sé es que si no unen al justicialismo como partido importante de la República Argentina, y si no se une el radicalismo como otro partido importante, esto va hacer un quilombo. Necesitamos dos partidos fuertes, como en el caso de Estados Unidos, que están los republicanos y los demócratas. A partir de ahí, el que mejor intención de voto tenga, triunfará. Pero hasta ahora veo quince justicialismos y diez radicalismos”.
La ex Ministra de Salud de la Nación y Presidente de la Fundación Confianza Pública, Graciela Ocaña, recibió a los periodistas de Ensuhabitat.
"El recuerdo más fuerte de mi infancia tiene que ver con mi mamá"
Opina sobre el peronismo: “El peronismo es un fenómeno sociológico más que político y hoy no es más que una herramienta y un arma electoral para ganar una elección. Pero creo que tampoco en los últimos años ha demostrado que puede ganar solo una elección”.
Matrimonio homosexual: “Estoy a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo y también de la adopción. Soy católica pero no es que comulgue totalmente con viejos principios de la Iglesia o de la jerarquía eclesiástica. Creo en Dios, creo fuertemente en que hay otra vida, en Jesús que ha hecho una transformación desde la paz, la no violencia, desde el amor al prójimo. Creo en esas cosas”
Actualidad política: “En la Argentina hay muchos dirigentes muy válidos, importantes y muchos dirigentes a los que le tengo enorme respeto como (Hermes) Binner, Margarita Stolbizer, Pino Solanas y Víctor de Gennaro desde otro punto de vista. Pero lo que nosotros necesitamos es reconstruir un espacio, un proyecto político que dé cuenta de esas demandas: de justicia social, de mayor calidad institucional.
(Por problemas técnicos, el resto de los videos filmados se publicarán a última hora de la noche)
Liliana Herrero: “Canto para pensar algo más sobre lo que somos como argentinos”
-En una entrevista de 2008, Mario Wainfeld le preguntaba si tenía la intención de “volver al útero”, a Colón. Y usted le respondió que sí, pero que, también, Horacio González (su marido y director de la Biblioteca Nacional) le planteó que usted no podría estar sin cantar. ¿De qué hemisferio se siente más cerca?
-De los dos exactamente. Y vivo en el medio de esa angustia y esa tensión.
-¿Realmente la angustia?
-Sí, claro. Son dos sentimientos muy fuertes, muy poderosos, y son los que me mantienen en pie. Si resolviera por uno u otro sería una complicación. Igual, aún no he perdido las esperanzas de pensar que uno se puede ir a vivir a Colón, por ejemplo, y armar las giras desde ahí.
-Tanto usted como Teresa Parodi, Fito, son figuras ligadas al ámbito nacional y popular ¿La música define un estilo de vida o al revés?
-Teresa es una mujer del Litoral y ha trabajado en función de esa identidad que la marca notablemente. Y al mismo tiempo podríamos decir al revés; el estilo de vida que ella eligió ha determinado su música. En el caso de Teresa es muy claro eso. De todas maneras las formas musicales que una adopta y tiene como horizonte estético para pensar la vida musical está tan emparentada con la vida particular que es muy difícil separarlo. Pero es algo que va y viene en los dos sentidos. En el caso de Fito, también. Decidió ser músico hace muchos años y sus experiencias musicales han sido muy ricas. Y ha tocado con personas a las que él ha amado profundamente, como cuando tocaba con Baglietto y García, que son dos personas que él quiere y ha admirado mucho.
-¿Es futbolera?
-Poco, y además tengo una suerte de contradicción. Porque, por un lado, porque recuerdo que mis padres y mis hermanos eran todos de River. Acá, Horacio es de Boca. Voy a la casa de mi hija y ella es de Ñubels y mi yerno de Central. Entonces no sé qué posición tomar al respecto (ríe). Más allá de que no sabría decirte de qué cuadro soy, me interesa el fútbol como un fenómeno deportivo, cultural y social muy importante. Las polémicas con los técnicos, la forma de hablar de los jugadores, todo eso me interesa mucho. Bielsa me interesaba mucho, tiene un pensamiento matemático. Son esas personas que aparecen en la televisión y uno se pregunta de qué están hablando. Y finalmente descubre que están hablando de fútbol. Pero con un lenguaje que podría ser de la política, también.
“Te cuento una anécdota”, se entusiasma Liliana. Guillermo Klein había hecho un tema a Román Riquelme; hablamos durante un rato sobre eso, me contaba cómo lo había hecho. Hasta que en un momento le tuve que decir: “No sé quién es Román Riquelme” (ríe con ganas) Es más, un día le mandé un mensajito de texto y le dije: “¡Qué lindo el tema de Ramón!”. O sea, te darás cuenta que mi ignorancia es escandalosa, por usar un término de Pino. Me interesa el fútbol, pero reconozco que tengo cierta distracción de aquello que me interesa.
-¿A quién le canta Liliana Herrero? Hablo de las culturas, ya que dijo que “los cantos tienen territorios”.
-En principio a mí misma. Canto para mí misma y para conversar con los músicos que están subidos conmigo en el escenario. Y después para ver si puedo, con ese canto, con los músicos que están allí y con el público que está ahí, pensar algo más sobre lo que somos como argentinos: mi gran desvelo. Por eso, cuando me subo al escenario pongo toda la carne al asador. Cada concierto para mí es un momento decisivo.
-Vibra, como dicen.
-Sí, sí (asiente con una convicción envidiable) ¿Y esto a quién se lo tengo que decir? ¿A vos? ¿A la cámara? (Risas)
Liliana sonríe pero deja en claro que las cámaras no la seducen. Luego ejecuta un soliloquio sobre los blogs y la tecnología 2.0. Los roles se invierten: ahora es ella la que pregunta.
-¿Te dije que no quiero los blogs, no?
-Sí, me dijo.
Es el único momento del reportaje en el que Liliana se pone seria, casi opaca.
No me gustan los blogs, no me gusta la idea del anonimato.
Auténtica como la vida misma, a Liliana la desvela ese contubernio que existe entre sus “ganas de irse y ganas de quedarse”, tal y como parafraseó –sin pretenderlo- a Al Pacino, en Perfume de Mujer. Aunque cuenta que no va más al cine: “Lo que me ha decidido a no ir es esa impersonalidad del chico que te atiende y te vende las entradas atrás de un vidrio, con un micrófono, y te pregunta si tenés el carnet de jubilado. Eso creo que fue lo que me decidió a no ir más (ríe con ganas) ¡Pero no voy nada, y no te muestro ningún carnet ni aunque fuera jubilada! Detesto esos cines”, relata entre molesta y risueña. El cronista no se siente apto siquiera para ejecutar un cierre que tenga relaciones carnales con la cursilería. Entonces se lo deja a ella: “En esa tensión entre el cosmos y el caos se halla una persona que a veces no se halla, que se llama Liliana Herrero”.
Si pensamos en un delantero que perforaba redes y que se destacaba no sólo por su excelente gambeta, sino también por su astucia, picardía y habilidad, debemos hacer referencia a René El Loco Houseman, un jugador fuera de serie durante la década del ‘70 en el fútbol argentino.
Houseman nació el 19 de julio en la localidad de La Banda, en la provincia de Santiago del Estero. Cuando era muy chico, su familia decidió venir a Buenos Aires en busca de mejores condiciones de vida, y se instalaron en el Bajo Belgrano. El Loco comenzó a los nueve años a jugar en las divisiones inferiores del club de su barrio, Excursionistas, del cual es hincha. René no tuvo posibilidades en su equipo y se fue a jugar a Defensores de Belgrano, donde debutó en la segunda categoría del Fútbol Argentino en 1971.
Houseman analiza el ambiente del fútbol argentino Dos años más tarde, César Luis Menotti lo pidió como refuerzo y llegó para integrar el recordado Huracán del ‘73, donde realizó una campaña formidable convirtiéndose en el goleador de su equipo, que se consagró ganador del Campeonato Metropolitano de 1973. El Loco también vistió las camisetas del Colo Colo de Chile, River Plate, Independiente, Amazulu FC de Sudáfrica y Excursionistas, donde se retiró en 1985.
René expresa su pasión por la pelota: “Pese a que de chico yo me divertía haciendo otras actividades, debo reconocer que la principal pasión siempre fue el fútbol; a partir de los seis años me pasaba todo el día pegándole a la pelota de derecha e izquierda contra la pared, aunque no lo hacía pensando en el futuro, yo sólo quería perfeccionar para poder rendir”.
René recomienda que los chicos hagan deporte Una camiseta que no se puede dejar de mencionar es la de la Selección Nacional: Houseman convirtió tres goles en el Mundial de Alemania ’74, pero su paso más glorioso con la celeste y blanca fue en el de Argentina ’78, donde formó parte del primer equipo argentino en ganar la competencia.
A menos de dos meses para el próximo mundial, el Loco -manifiesta que su mujer, Olga, es un “gran soporte” en su vida- se anima a opinar sobre el momento actual del conjunto nacional y dispara: “A la selección le falta un técnico inteligente, capaz. El técnico fue, como jugador, el mejor del mundo, pero en esta nueva función que tiene es uno más del montón”.
Francisco “Tito” Nenna nació en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de La Boca, el 22 de octubre de 1951. Está casado con Susana, tiene 6 hijos y 2 nietos. Realizó sus estudios primarios en la escuela 1 del Distrito Escolar 4. Al momento de elegir sus estudios secundarios, Tito optó ser maestro. Se recibió en la Escuela Mariano Acosta, y concretó su preparación como Profesor de Enseñanza Primaria en la Escuela Normal N° 4.
Por los días de la dictadura de Levingston, egresado ya de la escuela secundaria, estuvo preso 4 meses en el marco de una movilización por el ingreso irrestricto. “Esa fue la primera experiencia fuerte: estuve preso en Devoto”, recuerda a la distancia, y agrega: “yo era un perejil, recién empezaba a militar”.
En el ´73, arrancó con su actividad gremial como delegado de escuela. A partir de entonces, se zambulló en un período de fuerte trabajo militante junto a muchos compañeros, brindando ayuda escolar en los conventillos y las zonas más necesitadas de La Boca, como el barrio Chino y su unidad básica Descamisados.
Tito Nenna y el rock nacional La presencia de la Triple A se hizo sentir en aquellos años, y Tito decidió ir trabajar a una escuela de frontera en el Oeste de Chubut con la comunidad mapuche. Hacia allí partió con su familia, y orientó su trabajo a la ruptura de las estructuras clientelistas que ya en aquella época jugaban a través el Programa Aborigen del Ministerio de Bienestar Social, comandado por López Rega.
En el ´75, y luego del nacimiento de su primer hijo, se trasladan a la escuela 113 Centinela en el Noroeste de Chubut, donde impulsaron, entre otras acciones, el cumplimiento de la jornada de 8 horas de trabajo para los recolectores de leña. Pero las presiones de la Gendarmería se tornaban cada vez más explícitas, al punto que uno de los caciques de la comunidad lo alertó sobre el riesgo que implicaba para él y su familia permanecer allí.
Tito Nenna, goleador de la política “Eso fue la Carpa Blanca: la síntesis de muchos conflictos pero también la amalgama de la sociedad tomando conciencia de la problemática educativa en un momento de alta conflictividad”, recuerda Tito en referencia a la movilización que llevó adelante con los maestros durante el sultanato de Menem. En la actualidad, es legislador porteño por el Encuentro Popular para la Victoria.
*** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** “Soy un gran bailarín”
Auténtico. Ese adjetivo podría describir de cuerpo entero al legislador del Encuentro Popular para la Victoria Tito Nenna, que, en esta entrevista con Ensuhabitat habló de su juventud, el amor por Boca Juniors, sus salidas nocturnas de joven, entre otras cosas. Y jugó al truco con un estudiante. Pasen y vean…
Riquelme o Palermo? -Aunque a usted le cueste, comparte algo muy estrecho con Mauricio Macri, que es el amor por Boca. -Pienso que él no tiene sentimientos. Yo realmente siento amor por Boca, pero no por el club, sino por La Boca: nací en el barrio, sigo viviendo ahí, voy a la cancha. Y Macri tiene sus sentimientos y los expresa a través de la cuestión empresarial, con todo. Así que no comparto nada con él, ni esa visión empresarial que tenía con Boca.
Desafío Truco, primer parte -¿Le gusta el vino tinto? -Me gusta mucho, aunque no me puedo considerar un especialista. Pruebo distintos tipos, me gusta mucho el Malbec. Suelo ir a alguna de estas vinerías, que son por ahí medio snobistas, pero uno va a alguna donde encuentra alguna persona que lo trata bien y lo aconseja. Siempre, en la semana, me llevo una o dos botellas para probar los fines de semana (sonríe).
-¿A qué edad empezó a salir a bailar? -A los 14, 15 años, íbamos a los bailes que no son los boliches de ahora, eran en clubes de barrio, como Regatas de Avellaneda, a todos esos lugares donde te tenías que poner saco y corbata, porque si no -en algunos lugares- no te dejaban entrar. Así que, un sábado a la noche, íbamos al café a hacer una previa con una pizzita y después nos íbamos a bailar. Era ese baile en el que las chicas iban con sus madres, con sus hermanas mayores o con sus tías, y uno con el cabezazo sacaba a bailar (simula el gesto con la testa). Tenía buena presencia, ¡gran bailarín Tito Nenna, gran bailarín! (sonríe). -¿Iba al frente? -Sí. Se podría decir que no soy un ganador nato, pero tampoco me puedo considerar mucho menos que eso (ríe con ganas).
Desafío Truco Final -Usted me hablaba de las previas con pizzas, y hoy se me ocurre con otro tipo de cosas. Cerveza, Fernet, alguna bebida destilada ¿Recuerda alguna borrachera? -En la época de militancia tomábamos –que era snob en aquella época- ginebra Bols –la botella negra, y cuando nos daba comprábamos la Bols de botella de barro, que era mucho más rica- con hielo. Pero nunca en exceso. Una buena fiesta bien regada no es mala, si no se torna como una cuestión consuetudinaria.
“Si me pagaran, me dedicaría todos los días al honorable deporte de la captura de peces”, asegura con una risa pícara el futbolista Patricio González, actual volante del club Ferrocarril Oeste. González nació el 20 de febrero de 1979 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y debutó oficialmente como jugador de primera división del fútbol argentino el 25 de abril de 1999, contra Estudiantes de la Plata. Logró el ascenso a primera con Arsenal en 2002, convirtiéndose en uno de los pilares del equipo. También jugó en Rusia, Ecuador y Bélgica.
Comienza la pesca del Pato González Para Patricio, “la pesca es lo más lindo del mundo; estar con la adrenalina a full esperando que sientas que se te mueve la línea, la lucha contra el pez, estar en el medio del agua escuchando la naturaleza; sólo cuando pasa eso me siento feliz”. La tranquilidad en los gestos de González es casi la misma que la de un gaucho, pero de los buenos. La posibilidad de haber jugado en distintos países le dio una visión más amplia de la que tienen muchos argentinos: “Yo viví en distintos países y te puedo decir que Argentina no es del primer mundo, pero tampoco es una selva. Por ejemplo, cuando jugaba en Ecuador, yo vivía en un buen barrio, pero salía a pasear con el perro y en la mayoría de las casas había personas con escopetas. A veces me resulta gracioso cuando en los medios aparece gente que afirma hasta el hartazgo que nuestro país es como Colombia”.
¿Y Pato?¿Salió algo?
Patricio manifiesta que tiene “la intención” de “seguir ligado al fútbol”, ya que “es un gran deporte” y también “una salida laboral”. Este pescador ya cursó una buena parte de la carrera para convertirse en Director Técnico y sueña en un futuro con poder dirigir un equipo de primera división ya que, para él, “hay que pelear con humildad y grandeza para poder vivir con dignidad”.
El judoca muestra la medalla de oro que ganó en los Juegos Odesur
“Soy bastante perfeccionista, trato de hacer las cosas bien; por ejemplo, si tengo que quedarme entrenando una hora más, y si sé que es algo que me va a dar frutos, me quedo practicando una hora y media”, asegura el judoca Alejandro Clara, flamante ganador de los Juegos Odesur 2010, que se realizaron en Medellín, Colombia, hasta 73 kilos. Él es un atleta completo, pero fuera de su actividad, este joven deportista es una persona humilde, sencilla y dispuesta a entablar un diálogo cálido.
Alejandro nació el 16 de octubre de 1990, en el barrio porteño de Caballito. Desde pequeño comenzó a entrenar en el Club Italiano, y su profesor de toda la vida, Pablo Díaz Soto, le enseñó que el judo no es sólo un arte marcial, sino también una filosofía de vida.
Los viajes que realiza este campeón, hincha fanático de San Lorenzo de Almagro, lo hacen extrañar cada vez más su país y, en razón de eso, explica: “Cuando no tengo que viajar, trato de bajar al mundo, salgo con mis amigos, con mi novia, es decir, trato de volver a la normalidad para equilibrar la cabeza, porque si no, te volvés loco”.
Ale muestra el lance
Con el tema del peso, Alejandro admite que “se sufre, aunque depende cómo bajes”, y manifiesta que “hay veces que no tenés tiempo, o bajás de peso los últimos tres días, no querés hablarle a nadie, te molesta hasta que te miren, que te pasen por al lado”. Además, agrega que “la gente no sabe lo que se sufre cuando uno no puede comer, o no puede tomar líquido, es terrible”, aunque reconoce: “A mí no me cuesta mucho, generalmente tengo que bajar tres kilos y medio, pero cuando tengo que dar el peso en poco tiempo, me vuelvo loco”.
Si de comidas se trata, para este judoca “no hay nada como un buen asado con papas fritas y gaseosa; cruzo Ezeiza y ya empiezo a extrañar eso”. Por otro lado, cuenta que el lugar más extraño donde estuvo fue en Tailandia. “Es otra cultura, en las calles había olor a pescado y a comidas feas, como por ejemplo, ojos de cocodrilo –amplía Clara-. Y también había un olor a muerto terrible, un día me pedí una gaseosa y me la dieron con un pescadito en el pico, no me animé a tomarla”.
Un consejo de Ale para que los chicos hagan judo
Las estadías en los hoteles con la selección nacional hicieron que Alejandro se convierta en un fanático del ping pong: “Para no cansarnos mucho, aprovechamos las mesas que siempre hay en los lugares donde paramos y se arman unos campeonatos terribles, nos matamos”.
Por último, el Olimpia de Plata 2009 reflexiona que “el Estado debería apoyar más a los deportes amateurs porque son los que realmente representan al país”. Y concluye: “Uno viaja por los colores, y no por un interés económico”. Así de sincero es Alejandro Clara, un gran campeón del pueblo.
Desafiamos al campeón a jugar un cortito de ping pong, ¿quién habrá ganado?
En este espacio vamos a presentar a los más disímiles personajes y profesionales del ámbito de la política, la cultura y el deporte.
Será exhibida la parte humana, terrenal, desacartonada y, a veces, hasta desprolija del entrevistado en cuestión.
Usted podrá ver al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández intentando tocar de forma respetable los acordes de una criolla.
También, podrá presenciar un partido de fútbol-tenis entre Matías Martin y alguno de los Cinco Latinos; la vedette Celina Rucci en un día de pesca al aire libre.
La idea del blog es que el personaje no se sienta en una entrevista, sino en una charla descontracturada con el cronista.
Agustín Baccá; Mariano Casal; Guido Marsetti; Mario Santomauro; Iván Schargrodsky