31 may 2010

Ocaña: "El peronismo es un fenómeno sociológico más que político"


La ex Ministra de Salud de la Nación y Presidente de la Fundación Confianza Pública, Graciela Ocaña, recibió a los periodistas de Ensuhabitat.


"El recuerdo más fuerte de mi infancia tiene que ver con mi mamá"

Opina sobre el peronismo: “El peronismo es un fenómeno sociológico más que político y hoy no es más que una herramienta y un arma electoral para ganar una elección. Pero creo que tampoco en los últimos años ha demostrado que puede ganar solo una elección”.

Matrimonio homosexual: “Estoy a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo y también de la adopción. Soy católica pero no es que comulgue totalmente con viejos principios de la Iglesia o de la jerarquía eclesiástica. Creo en Dios, creo fuertemente en que hay otra vida, en Jesús que ha hecho una transformación desde la paz, la no violencia, desde el amor al prójimo. Creo en esas cosas”

Actualidad política: “En la Argentina hay muchos dirigentes muy válidos, importantes y muchos dirigentes a los que le tengo enorme respeto como (Hermes) Binner, Margarita Stolbizer, Pino Solanas y Víctor de Gennaro desde otro punto de vista. Pero lo que nosotros necesitamos es reconstruir un espacio, un proyecto político que dé cuenta de esas demandas: de justicia social, de mayor calidad institucional.

(Por problemas técnicos, el resto de los videos filmados se publicarán a última hora de la noche)

17 may 2010

La cantora


Liliana Herrero: “Canto para pensar algo más sobre lo que somos como argentinos”

-En una entrevista de 2008, Mario Wainfeld le preguntaba si tenía la intención de “volver al útero”, a Colón. Y usted le respondió que sí, pero que, también, Horacio González (su marido y director de la Biblioteca Nacional) le planteó que usted no podría estar sin cantar. ¿De qué hemisferio se siente más cerca?

-De los dos exactamente. Y vivo en el medio de esa angustia y esa tensión.

-¿Realmente la angustia?

-Sí, claro. Son dos sentimientos muy fuertes, muy poderosos, y son los que me mantienen en pie. Si resolviera por uno u otro sería una complicación. Igual, aún no he perdido las esperanzas de pensar que uno se puede ir a vivir a Colón, por ejemplo, y armar las giras desde ahí.


-Tanto usted como Teresa Parodi, Fito, son figuras ligadas al ámbito nacional y popular ¿La música define un estilo de vida o al revés?

-Teresa es una mujer del Litoral y ha trabajado en función de esa identidad que la marca notablemente. Y al mismo tiempo podríamos decir al revés; el estilo de vida que ella eligió ha determinado su música. En el caso de Teresa es muy claro eso. De todas maneras las formas musicales que una adopta y tiene como horizonte estético para pensar la vida musical está tan emparentada con la vida particular que es muy difícil separarlo. Pero es algo que va y viene en los dos sentidos. En el caso de Fito, también. Decidió ser músico hace muchos años y sus experiencias musicales han sido muy ricas. Y ha tocado con personas a las que él ha amado profundamente, como cuando tocaba con Baglietto y García, que son dos personas que él quiere y ha admirado mucho.


-¿Es futbolera?

-Poco, y además tengo una suerte de contradicción. Porque, por un lado, porque recuerdo que mis padres y mis hermanos eran todos de River. Acá, Horacio es de Boca. Voy a la casa de mi hija y ella es de Ñubels y mi yerno de Central. Entonces no sé qué posición tomar al respecto (ríe). Más allá de que no sabría decirte de qué cuadro soy, me interesa el fútbol como un fenómeno deportivo, cultural y social muy importante. Las polémicas con los técnicos, la forma de hablar de los jugadores, todo eso me interesa mucho. Bielsa me interesaba mucho, tiene un pensamiento matemático. Son esas personas que aparecen en la televisión y uno se pregunta de qué están hablando. Y finalmente descubre que están hablando de fútbol. Pero con un lenguaje que podría ser de la política, también.

“Te cuento una anécdota”, se entusiasma Liliana. Guillermo Klein había hecho un tema a Román Riquelme; hablamos durante un rato sobre eso, me contaba cómo lo había hecho. Hasta que en un momento le tuve que decir: “No sé quién es Román Riquelme” (ríe con ganas) Es más, un día le mandé un mensajito de texto y le dije: “¡Qué lindo el tema de Ramón!”. O sea, te darás cuenta que mi ignorancia es escandalosa, por usar un término de Pino. Me interesa el fútbol, pero reconozco que tengo cierta distracción de aquello que me interesa.


-¿A quién le canta Liliana Herrero? Hablo de las culturas, ya que dijo que “los cantos tienen territorios”.

-En principio a mí misma. Canto para mí misma y para conversar con los músicos que están subidos conmigo en el escenario. Y después para ver si puedo, con ese canto, con los músicos que están allí y con el público que está ahí, pensar algo más sobre lo que somos como argentinos: mi gran desvelo. Por eso, cuando me subo al escenario pongo toda la carne al asador. Cada concierto para mí es un momento decisivo.

-Vibra, como dicen.

-Sí, sí (asiente con una convicción envidiable) ¿Y esto a quién se lo tengo que decir? ¿A vos? ¿A la cámara? (Risas)

Liliana sonríe pero deja en claro que las cámaras no la seducen. Luego ejecuta un soliloquio sobre los blogs y la tecnología 2.0. Los roles se invierten: ahora es ella la que pregunta.

-¿Te dije que no quiero los blogs, no?

-Sí, me dijo.

Es el único momento del reportaje en el que Liliana se pone seria, casi opaca.
No me gustan los blogs, no me gusta la idea del anonimato.



Auténtica como la vida misma, a Liliana la desvela ese contubernio que existe entre sus “ganas de irse y ganas de quedarse”, tal y como parafraseó –sin pretenderlo- a Al Pacino, en Perfume de Mujer. Aunque cuenta que no va más al cine: “Lo que me ha decidido a no ir es esa impersonalidad del chico que te atiende y te vende las entradas atrás de un vidrio, con un micrófono, y te pregunta si tenés el carnet de jubilado. Eso creo que fue lo que me decidió a no ir más (ríe con ganas) ¡Pero no voy nada, y no te muestro ningún carnet ni aunque fuera jubilada! Detesto esos cines”, relata entre molesta y risueña. El cronista no se siente apto siquiera para ejecutar un cierre que tenga relaciones carnales con la cursilería. Entonces se lo deja a ella: “En esa tensión entre el cosmos y el caos se halla una persona que a veces no se halla, que se llama Liliana Herrero”.

10 may 2010

René, loco por el fútbol

Si pensamos en un delantero que perforaba redes y que se destacaba no sólo por su excelente gambeta, sino también por su astucia, picardía y habilidad, debemos hacer referencia a René El Loco Houseman, un jugador fuera de serie durante la década del ‘70 en el fútbol argentino.

Houseman nació el 19 de julio en la localidad de La Banda, en la provincia de Santiago del Estero. Cuando era muy chico, su familia decidió venir a Buenos Aires en busca de mejores condiciones de vida, y se instalaron en el Bajo Belgrano. El Loco comenzó a los nueve años a jugar en las divisiones inferiores del club de su barrio, Excursionistas, del cual es hincha. René no tuvo posibilidades en su equipo y se fue a jugar a Defensores de Belgrano, donde debutó en la segunda categoría del Fútbol Argentino en 1971.



Houseman analiza el ambiente del fútbol argentino
Dos años más tarde, César Luis Menotti lo pidió como refuerzo y llegó para integrar el recordado Huracán del ‘73, donde realizó una campaña formidable convirtiéndose en el goleador de su equipo, que se consagró ganador del Campeonato Metropolitano de 1973. El Loco también vistió las camisetas del Colo Colo de Chile, River Plate, Independiente, Amazulu FC de Sudáfrica y Excursionistas, donde se retiró en 1985.

René expresa su pasión por la pelota: “Pese a que de chico yo me divertía haciendo otras actividades, debo reconocer que la principal pasión siempre fue el fútbol; a partir de los seis años me pasaba todo el día pegándole a la pelota de derecha e izquierda contra la pared, aunque no lo hacía pensando en el futuro, yo sólo quería perfeccionar para poder rendir”.



René recomienda que los chicos hagan deporte
Una camiseta que no se puede dejar de mencionar es la de la Selección Nacional: Houseman convirtió tres goles en el Mundial de Alemania ’74, pero su paso más glorioso con la celeste y blanca fue en el de Argentina ’78, donde formó parte del primer equipo argentino en ganar la competencia.

A menos de dos meses para el próximo mundial, el Loco -manifiesta que su mujer, Olga, es un “gran soporte” en su vida- se anima a opinar sobre el momento actual del conjunto nacional y dispara: “A la selección le falta un técnico inteligente, capaz. El técnico fue, como jugador, el mejor del mundo, pero en esta nueva función que tiene es uno más del montón”.

2 may 2010

Con Tito no hay trucos

Docente nacional y popular

Francisco “Tito” Nenna nació en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de La Boca, el 22 de octubre de 1951. Está casado con Susana, tiene 6 hijos y 2 nietos.
Realizó sus estudios primarios en la escuela 1 del Distrito Escolar 4. Al momento de elegir sus estudios secundarios, Tito optó ser maestro. Se recibió en la Escuela Mariano Acosta, y concretó su preparación como Profesor de Enseñanza Primaria en la Escuela Normal N° 4.

Por los días de la dictadura de Levingston, egresado ya de la escuela secundaria, estuvo preso 4 meses en el marco de una movilización por el ingreso irrestricto. “Esa fue la primera experiencia fuerte: estuve preso en Devoto”, recuerda a la distancia, y agrega: “yo era un perejil, recién empezaba a militar”.

En el ´73, arrancó con su actividad gremial como delegado de escuela. A partir de entonces, se zambulló en un período de fuerte trabajo militante junto a muchos compañeros, brindando ayuda escolar en los conventillos y las zonas más necesitadas de La Boca, como el barrio Chino y su unidad básica Descamisados.


Tito Nenna y el rock nacional

La presencia de la Triple A se hizo sentir en aquellos años, y Tito decidió ir trabajar a una escuela de frontera en el Oeste de Chubut con la comunidad mapuche. Hacia allí partió con su familia, y orientó su trabajo a la ruptura de las estructuras clientelistas que ya en aquella época jugaban a través el Programa Aborigen del Ministerio de Bienestar Social, comandado por López Rega.

En el ´75, y luego del nacimiento de su primer hijo, se trasladan a la escuela 113 Centinela en el Noroeste de Chubut, donde impulsaron, entre otras acciones, el cumplimiento de la jornada de 8 horas de trabajo para los recolectores de leña. Pero las presiones de la Gendarmería se tornaban cada vez más explícitas, al punto que uno de los caciques de la comunidad lo alertó sobre el riesgo que implicaba para él y su familia permanecer allí.



Tito Nenna, goleador de la política
“Eso fue la Carpa Blanca: la síntesis de muchos conflictos pero también la amalgama de la sociedad tomando conciencia de la problemática educativa en un momento de alta conflictividad”, recuerda Tito en referencia a la movilización que llevó adelante con los maestros durante el sultanato de Menem.
En la actualidad, es legislador porteño por el Encuentro Popular para la Victoria.

*** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** ***
“Soy un gran bailarín”

Auténtico. Ese adjetivo podría describir de cuerpo entero al legislador del Encuentro Popular para la Victoria Tito Nenna, que, en esta entrevista con Ensuhabitat habló de su juventud, el amor por Boca Juniors, sus salidas nocturnas de joven, entre otras cosas. Y jugó al truco con un estudiante. Pasen y vean…


Riquelme o Palermo?
-Aunque a usted le cueste, comparte algo muy estrecho con Mauricio Macri, que es el amor por Boca.
-Pienso que él no tiene sentimientos. Yo realmente siento amor por Boca, pero no por el club, sino por La Boca: nací en el barrio, sigo viviendo ahí, voy a la cancha. Y Macri tiene sus sentimientos y los expresa a través de la cuestión empresarial, con todo. Así que no comparto nada con él, ni esa visión empresarial que tenía con Boca.


Desafío Truco, primer parte
-¿Le gusta el vino tinto?
-Me gusta mucho, aunque no me puedo considerar un especialista. Pruebo distintos tipos, me gusta mucho el Malbec. Suelo ir a alguna de estas vinerías, que son por ahí medio snobistas, pero uno va a alguna donde encuentra alguna persona que lo trata bien y lo aconseja. Siempre, en la semana, me llevo una o dos botellas para probar los fines de semana (sonríe).

-¿A qué edad empezó a salir a bailar?
-A los 14, 15 años, íbamos a los bailes que no son los boliches de ahora, eran en clubes de barrio, como Regatas de Avellaneda, a todos esos lugares donde te tenías que poner saco y corbata, porque si no -en algunos lugares- no te dejaban entrar. Así que, un sábado a la noche, íbamos al café a hacer una previa con una pizzita y después nos íbamos a bailar. Era ese baile en el que las chicas iban con sus madres, con sus hermanas mayores o con sus tías, y uno con el cabezazo sacaba a bailar (simula el gesto con la testa). Tenía buena presencia, ¡gran bailarín Tito Nenna, gran bailarín! (sonríe).
-¿Iba al frente?
-Sí. Se podría decir que no soy un ganador nato, pero tampoco me puedo considerar mucho menos que eso (ríe con ganas).


Desafío Truco Final
-Usted me hablaba de las previas con pizzas, y hoy se me ocurre con otro tipo de cosas. Cerveza, Fernet, alguna bebida destilada ¿Recuerda alguna borrachera?
-En la época de militancia tomábamos –que era snob en aquella época- ginebra Bols –la botella negra, y cuando nos daba comprábamos la Bols de botella de barro, que era mucho más rica- con hielo. Pero nunca en exceso. Una buena fiesta bien regada no es mala, si no se torna como una cuestión consuetudinaria.