2 may 2010

Con Tito no hay trucos

Docente nacional y popular

Francisco “Tito” Nenna nació en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de La Boca, el 22 de octubre de 1951. Está casado con Susana, tiene 6 hijos y 2 nietos.
Realizó sus estudios primarios en la escuela 1 del Distrito Escolar 4. Al momento de elegir sus estudios secundarios, Tito optó ser maestro. Se recibió en la Escuela Mariano Acosta, y concretó su preparación como Profesor de Enseñanza Primaria en la Escuela Normal N° 4.

Por los días de la dictadura de Levingston, egresado ya de la escuela secundaria, estuvo preso 4 meses en el marco de una movilización por el ingreso irrestricto. “Esa fue la primera experiencia fuerte: estuve preso en Devoto”, recuerda a la distancia, y agrega: “yo era un perejil, recién empezaba a militar”.

En el ´73, arrancó con su actividad gremial como delegado de escuela. A partir de entonces, se zambulló en un período de fuerte trabajo militante junto a muchos compañeros, brindando ayuda escolar en los conventillos y las zonas más necesitadas de La Boca, como el barrio Chino y su unidad básica Descamisados.


Tito Nenna y el rock nacional

La presencia de la Triple A se hizo sentir en aquellos años, y Tito decidió ir trabajar a una escuela de frontera en el Oeste de Chubut con la comunidad mapuche. Hacia allí partió con su familia, y orientó su trabajo a la ruptura de las estructuras clientelistas que ya en aquella época jugaban a través el Programa Aborigen del Ministerio de Bienestar Social, comandado por López Rega.

En el ´75, y luego del nacimiento de su primer hijo, se trasladan a la escuela 113 Centinela en el Noroeste de Chubut, donde impulsaron, entre otras acciones, el cumplimiento de la jornada de 8 horas de trabajo para los recolectores de leña. Pero las presiones de la Gendarmería se tornaban cada vez más explícitas, al punto que uno de los caciques de la comunidad lo alertó sobre el riesgo que implicaba para él y su familia permanecer allí.



Tito Nenna, goleador de la política
“Eso fue la Carpa Blanca: la síntesis de muchos conflictos pero también la amalgama de la sociedad tomando conciencia de la problemática educativa en un momento de alta conflictividad”, recuerda Tito en referencia a la movilización que llevó adelante con los maestros durante el sultanato de Menem.
En la actualidad, es legislador porteño por el Encuentro Popular para la Victoria.

*** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** ***
“Soy un gran bailarín”

Auténtico. Ese adjetivo podría describir de cuerpo entero al legislador del Encuentro Popular para la Victoria Tito Nenna, que, en esta entrevista con Ensuhabitat habló de su juventud, el amor por Boca Juniors, sus salidas nocturnas de joven, entre otras cosas. Y jugó al truco con un estudiante. Pasen y vean…


Riquelme o Palermo?
-Aunque a usted le cueste, comparte algo muy estrecho con Mauricio Macri, que es el amor por Boca.
-Pienso que él no tiene sentimientos. Yo realmente siento amor por Boca, pero no por el club, sino por La Boca: nací en el barrio, sigo viviendo ahí, voy a la cancha. Y Macri tiene sus sentimientos y los expresa a través de la cuestión empresarial, con todo. Así que no comparto nada con él, ni esa visión empresarial que tenía con Boca.


Desafío Truco, primer parte
-¿Le gusta el vino tinto?
-Me gusta mucho, aunque no me puedo considerar un especialista. Pruebo distintos tipos, me gusta mucho el Malbec. Suelo ir a alguna de estas vinerías, que son por ahí medio snobistas, pero uno va a alguna donde encuentra alguna persona que lo trata bien y lo aconseja. Siempre, en la semana, me llevo una o dos botellas para probar los fines de semana (sonríe).

-¿A qué edad empezó a salir a bailar?
-A los 14, 15 años, íbamos a los bailes que no son los boliches de ahora, eran en clubes de barrio, como Regatas de Avellaneda, a todos esos lugares donde te tenías que poner saco y corbata, porque si no -en algunos lugares- no te dejaban entrar. Así que, un sábado a la noche, íbamos al café a hacer una previa con una pizzita y después nos íbamos a bailar. Era ese baile en el que las chicas iban con sus madres, con sus hermanas mayores o con sus tías, y uno con el cabezazo sacaba a bailar (simula el gesto con la testa). Tenía buena presencia, ¡gran bailarín Tito Nenna, gran bailarín! (sonríe).
-¿Iba al frente?
-Sí. Se podría decir que no soy un ganador nato, pero tampoco me puedo considerar mucho menos que eso (ríe con ganas).


Desafío Truco Final
-Usted me hablaba de las previas con pizzas, y hoy se me ocurre con otro tipo de cosas. Cerveza, Fernet, alguna bebida destilada ¿Recuerda alguna borrachera?
-En la época de militancia tomábamos –que era snob en aquella época- ginebra Bols –la botella negra, y cuando nos daba comprábamos la Bols de botella de barro, que era mucho más rica- con hielo. Pero nunca en exceso. Una buena fiesta bien regada no es mala, si no se torna como una cuestión consuetudinaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario